viernes, 3 de diciembre de 2010

Trabajo-Fotografías de Autor

Jesús Granada

Nació hace 36 años en Linares (Jaén), según él es fotógrafo de arquitectura por la gracia del destino y disfruta como un enano su trabajo, sus viajes y sus fotos.
Fundamentalmente hace fotografías a las obras de arquitectos que lo contratan. Procura extraer de la cabeza de los arquitectos, imágenes que ellos tienen de su edificio y además propone visiones nuevas sobre el mismo. Es una especie de exorcismo en el que atrapa en un papel y a través de una caja oscura, la esencia de su arquitectura.
La particularidad más destacable del fotógrafo de arquitectura es la de la responsabilidad que recae sobre ellos. El momento en el que se fotografía la obra se supone que es el óptimo en la vida del edificio, así que ha de ser todo perfecto. Años y años de trabajo, sinsabores, satisfacciones y decepciones del arquitecto quedarán atrapados en esa imagen que has de fabricar. Ha de ser perfecta, sublime, oportuna, no redundante, exclusiva. Será la representación de esa realidad espacial compleja, reducida de su tamaño real y tridimensional a un tamaño minúsculo y bidimensional, la que en un futuro represente las ideas del arquitecto. Es un proceso traumático. El fotógrafo de arquitectura es un experto en espacios y traumas.
Bloque de viviendas en Burgos.
 A pesar de que el plano en el que esta tomada la foto (paralelo), es difícil, o para mi por lo menos que salga una buena foto de un edifico así, es una muy foto, y logra rescatar a cabalidad los vacíos y llenos de la volumetría que sale del edificio. Logra transformar un volumen 3d en 2d, solo con una foto.
Sala de Nebula discotec.
 De esta fotografía lo que me llamo la atención fueron sus colores vivos y la perspectiva que posee, rescatando la espacialidad de la sala. El color de la foto transmite mucha energía, algo que caracteriza a estos lugares nocturnos, es muy coherente con su programa.
Piscina en un valle artificial. Lobres (Granada), España.
Los colores de esta imagen, y la sombra reflejada en el piso son lo que me llamo más la atención de esta imagen, los contrastes de colores y el efecto del desenfoque del niño y sus juguetes. La fotografía encuadra perfecta, creando un cubo imaginario en donde se destacan todas sus aristas.
Henri Cartier-Bresson
Nació el 22 de Agosto de 1908 en Chanteloup, Seine-et-Marne, en el seno de una familia que pertenecía a la burguesía Francesa.
Entre 1927 y 1928 estudia con el pintor cubista Andre Lhote, durante estos años de formación desarrolla el entrenamiento visual que serviría como la estructura para su arte como fotógrafo. La buena posición social en que se encontraba ubicada su familia contribuye a que Cartier-Bresson pueda relacionarse con la élite cultural de su tiempo.
En su adolescencia, se asocia con muchos de los artistas involucrados en el Surrealismo.
En 1932, viaja a Francia, España e Italia. También en ese mismo año sus primeras fotografías se exponen en Nueva York y posteriormente en el Ateneo de Madrid. En 1934 viaja a México junto a un equipo de fotógrafos -es en este viaje donde realiza la fotografía titulada por él como “La araña del amor”-  comprometidos en un proyecto etnográfico patrocinado por el gobierno de este país.
En 1936 vuelve a Francia y entre este año y 1939 trabaja como colaborador de Jean Renoir haciendo algunas películas bastante polémicas.
En 1946, luego de finalizada la guerra, vuelve a los EEUU para completar una exposición en El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA).
Viaja por Oriente: India, Birmania, Pakistán, China e Indonesia entre 1948 y 1950. En 1954 viaja a la URSS y se convierte así en el primer fotógrafo admitido por este país después del "deshielo". En el año 1955, es invitado por el Louvre de París para convertirse en el primer fotógrafo en exponer en este museo. En 1965 vive seis meses en la India y tres en Japón. Henri Cartier-Bresson murió el lunes 2 de agosto de 2004 a los 95 años en el sureste de Francia.
De esta imagen, rescato la dualidad espacial que otorga el efecto espejo del agua, y la tensión que se genera en la foto con el hombre que salta en el agua.
Lo hermoso de esta fotografía es contradictorio con lo terrible de la guerra, que es el marco que le otorga un muro bombardeado a la foto, ésta fue tomada en plena guerra. Los niños jugando en estos escombros y el niño con muletas en primer plano, nos da lecciones de como a pesar de la crueldad de la guerra se puede ser feliz y disfrutar el momento aunque sea un segundo.
Me gusta la espacialidad que tiene la fotografía, la escalera le da este carácter. Las personas nos indican los distintos niveles de la foto y le dan vida a la foto.

Daniel López
Fotógrafo chileno que se destaca por sus fotos astronómicas, es una joven promesa en el mundo de la fotografía, con una visión muy personal del Arte fotográfico.
 Esta foto la escogí  porque me gustan los colores que tiene y el enfoque que posee, pues es una foto que destaca en su primer plano la medusa, y logra capturar el movimiento de ésta, da la sensación de que en cualquier momento la fotografía cobra vida y empieza a moverse el objeto.
 Esta foto me gusta porque destaca la hermosura de los cielos chilenos, y me recuerda lo lindo que se ve el cielo de noche en el valle del elqui.
Claramente en la foto destaca el cielo, el cual se encuentra en segundo plano, pero la imagen es tan potente que enfoca la mirada a éste.
Personalmente me gusta el efecto espejo del agua, es algo que me llama la atención, y fue lo que me llamo la atención de esta foto, me conmueve como el agua puede crear espacios ficticios en las fotos. Cabe también señalar y destacar el cielo de la foto, que tiene un muy buen efecto.
Andreas Gursky
Fotógrafo alemán, cuando pequeño su familia se traslada a Dusseldorf donde su padre le inicia en la fotografía. Estudia en la Academia de las Artes de esa ciudad y en la Folkwangschule de Essen, fundada por Otto Steinert. En sus comienzos adopta un estilo próximo al de sus maestros, Bernd y Hilla Becher, quienes desarrollan a finales de los 50 una nueva estética fotográfica caracterizada por temas de arquitectura industrial anónima y abandonada que hoy es conocida como la nueva objetividad. En 1984 abandona este estilo y retoma una observación más espontánea de la realidad, con escenas inundadas de luz. Su obra da un giro decisivo en 1990, a raíz de un viaje a Japón en el que fotografía el centro bursátil de Tokio y que le lleva a recuperar los precisos métodos de los Becher y de los fotógrafos comerciales. En el transcurso de la década de los noventa incorpora a su obra la manipulación digital. Su obra se ha puesto en relación con el discurso de la posmodernidad; realiza un agudo análisis del comportamiento social estandarizado, producto de un mundo transformado por la alta tecnología y la globalización, de ello que la serialización como tema en sus imágenes, usualmente de gran formato, sea frecuente. 
 La gracia de esta foto es la segunda lectura que se le puede dar, pues a primera vista parecen sólo colores, pero mirando más detenidamente se ven personas, el espacio en donde se encuentran y da cuenta del  caos que puede llegar hacer una bolsa de comercio.
 A veces lo común y corriente se vuelve hermoso, cuando se mira con otros ojos, y se convierte en una dimensión hermosa y desconocida como dicen.
Eso es lo que me gusta de esta fotografía que te permite remirar y descubrir algo tan típico como un súper mercado y verlo como una verdadera obra de arte.
Si no busco al autor y veo esta imagen en alguna página de Internet o en algún cartel habría jurado que era una pintura, pues eso parece, y por eso me gusta, me parece increíble esa capacidad que tiene la fotografía de engañar al ojo y mostrar las cosas de otra forma.
André Kertész

Las fotografías de André Kertész tienen un estilo único en el que se imponen unos ángulos novedosos para la época.
André Kertész nació en Budapest el 2 de julio de 1894 como Andor Kertész en el seno de una familia judía burguesa, Andor Kertész empezó a soñar con la fotografía siendo aún niño. Fue a los 18 años cuando se compró su primera cámara, una ICA Box, que funcionaba con placas de 4,5 x 6 cm. De esa temprana fase proviene la foto de un niño durmiendo. Mientras servía en las filas del ejército austro-húngaro, documentó en lacónicas imágenes el día a día del soldado, las marchas forzadas, la angustiosa espera en las trincheras y la desorientación del individuo. Finalizada la guerra, Kertész, que laboraba en la Bolsa, dedicó sus ratos libres a fotografiar situaciones preferentemente cotidianas, entre ellas a su hermano Jenö haciendo ejercicios físicos. En París, Kertész no tardó en contactar con la vanguardia artística de Montparnasse: Piet Mondrian, Fernand Léger, Ossip Zadkine y Alexander Calder. Fue en ese entonces cuando hizo numerosos retratos al estilo de las tarjetas postales.  Sus atípicas fotografías, sus imágenes tomadas en primer plano o a vista de pájaro, su percepción de la estructura geométrica del espacio, como también de sombras, reflejos y siluetas, no tardaron en recibir la admiración del público. Sus primeros años en Estados Unidos estuvieron jalonados de penurias existenciales; en 1949 entró a trabajar para el magacínHouse and Garden (hasta 1962). Durante una visita a París en 1963 redescubrió gran parte de sus negativos, los que le inspiraron para renovar su labor de artista y atraer la atención internacional.
André Kertész falleció el 28 de septiembre de 1985 dejando un archivo con más de 100.000 negativos.
Esta foto la escogí por la tensión que existe en ella, la creada por los automóviles en un segundo plano y el hombre mirando a través de un agujero en primer plano, lo que hace interesante esta foto es ¿qué mira el hombre?, esa es la pregunta que se me viene a mi mente al verla, da curiosidad.

Me gusta el vidrio roto de la foto, el efecto y carácter que éste le da, claramente la foto no seria la misma sin este efecto, o no para mi por lo menos.
De esta foto me gusta el enfoque central que tiene, y la altura desde la que esta tomada que convierte a las personas en hormigas. Destaco de la foto como la sombra nos hace ver la estructura de la torre Eifel, como aparece tenue-mente en la fotografía  gracias a este gesto.
Sebastiao Salgado
Salgado nace en Brasil en el año 1944, incorporándose a la fotografía tardíamente, año 1973, de forma autodidacta tras abandonar  su carrera de economista. En el año 1979 se une a la agencia de Magnum, para abandonarla en el año 1994 formando su propia agencia de fotografía: Amazonas ImagesSalgado practica una fotografía social y comprometida. Utiliza en forma exclusiva el blanco y negro para mostrar al ser humano, sin el condicionamiento de las razas, sufriendo como consecuencia de las injusticias y las guerras. Colabora con una serie de organismos de caracter social: UNICEF, Médicos sin Fronteras, Organización Mundial de la Salud, Amnistía Internacional.. Los premios que recibe por su actividad son enormes. Recibió en 1998 el Premio Príncipe de Asturias de las ArtesSalgado pertenece a esos fotógrafo comprometidos con lo social, en la tradición de la fotografía sociodocumental. Fue nominado representante especial de UNICEF en el año 2001.
 Esta foto me conmueve de forma personal , porque me recuerda a un familiar que ya no esta. La foto crea una misma textura entre la persona y la tela, éstas se unen, creando un marco para la fotografía en donde se destaca el rostro de desolación del individuo.
Lo que me gusta de ésta foto es como el plano permite la apertura del espacio, y si no fuera por las personas que están al medio en el extremo derecho, no me daría cuenta que son personas las que se encuentran en la foto. 

Al mirar esta imagen rápidamente uno piensa que es una fotografía antigua de alguna guerra del pasado, pero al mirarla más detinadamente me doy cuenta que es relativamente nueva y me conmueve esta realidad en el siglo XXI.


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